Introducción a los planetas interiores
En nuestro sistema solar, existen cuatro planetas interiores: Mercurio, Venus, Tierra y Marte. Estos planetas se encuentran más cercanos al Sol en comparación con los planetas exteriores como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Mercurio:
Mercurio es el planeta más cercano al Sol y también el más pequeño del sistema solar. Su superficie es rocosa y está cubierta de cráteres debido a los impactos de asteroides y cometas. A pesar de estar tan cerca del Sol, las temperaturas en Mercurio pueden variar drásticamente, oscilando entre extremos de calor y frío.
Venus:
Venus es el segundo planeta más cercano al Sol y se le conoce como el “planeta gemelo” de la Tierra debido a su tamaño similar. Sin embargo, a diferencia de la Tierra, Venus es un planeta inhóspito con una atmósfera densa compuesta principalmente de dióxido de carbono y altas temperaturas que superan los 450 grados Celsius.
Tierra:
La Tierra es nuestro hogar y el único planeta conocido hasta ahora que alberga vida. Es el tercer planeta más cercano al Sol y tiene una diversidad única de ecosistemas, océanos, montañas y una atmósfera rica en oxígeno. La Tierra es el único planeta donde se han encontrado evidencias de agua líquida y es habitada por una amplia variedad de especies, incluyendo a los seres humanos.
Marte:
Marte es el cuarto planeta más cercano al Sol y se le considera como el “planeta rojo” debido a su característico color rojizo. Marte tiene una delgada atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono y presenta características geológicas similares a las de la Tierra, como montañas, cráteres y cañones. Ha sido objeto de interés para los científicos, ya que se han encontrado indicios de la existencia de agua pasada en su superficie.